Se trata de una colección de cuentos románticos en los que los protagonistas, los eternos enamorados Oscar y María Paula, se buscan a través del tiempo y el espacio, escritos en un lenguaje muy lírico pero contemporáneo, con profusión de fábulas e imágenes. En estos textos se reviven y actualizan los valores primordiales del romanticismo: el amor, la búsqueda del infinito, el heroísmo, la tragedia, etc.
El libro tiene tres partes claramente diferenciables. En la primera, los inmortales protagonistas se buscan en diversos momentos de la historia universal como la inquisición alemana o la conquista de México, incluyendo no sólo personajes históricos como Hernán Cortés o Miguel VIII sino conversando con obras literarias como Guerra y Paz y Las Mil y una Noches. Con la misma flexibilidad, se pasa de temas trascendentales como la segunda guerra mundial a canciones de rock de Pink Floyd. Al finalizar esta saga de cuentos, este periplo por la historia, Oscar “rapta” a María Paula al mejor estilo de James Barrie y la transporta a los reinos fantásticos que componen el segundo bloque.
Esta segunda parte vuelve a presentar a los protagonistas en su incesante búsqueda, pero esta vez en mundos maravillosos que sorprenden al lector a cada página. Oscar y Maria Paula, enamorados a través de espacios mágicos, se recrean en cada ocasión y se renuevan ante el asombrado lector como sirenas, seres de aire o gólems de cristal que viven en espacios inimaginables, entre las páginas de un libro o en cavernas titilantes. Por supuesto, esta saga es venturosa en imágenes y tramas y juega con la narrativa que rinde homenaje a los hermanos Grimm, la literatura folletinesca y el mismo Quijote.
La tercera sección rompe por completo la estructura del libro sorprendiendo al lector de dos maneras: la primera, pasando de los cuentos de imágenes profusas a narraciones más escuetas debido a la segunda sorpresa, la aparente muerte del autor de los textos. En efecto, la tercera parte aparece firmada por un nuevo narrador, Robin Soulez, amigo del desaparecido Oscar, quien supuestamente habría escrito los cuentos previos para su amada María Paula, lo que explicaría aparentes incongruencias como la persistencia en los nombres. Esta última parte, si bien es menos rica en imágenes y lirismo, acentúa el carácter romántico y trágico del libro y, al jugar con la metaliteratura, convence al sorprendido lector de que se trata de una obra auténtica y honesta, preguntándose hasta qué punto pueden ser reales los protagonistas.
En resumen, se trata de una obra que resalta entre las publicaciones contemporáneas, más enfocadas en el realismo y las problemáticas sociales. Por su carácter romántico e idealista, podría tener muy buena acogida entre los lectores jóvenes, siempre ávidos de aventuras y sentimientos. El estilo impecable y el muy bien cuidado manejo del lenguaje y de la literatura universal la alejan de cursilerías o lugares comunes y adivinan su longevidad. De otro lado, la versatilidad de los temas, espacios y eventos en los que suceden las fábulas está concebida para mantener el interés y la sorpresa del lector en diversos niveles, desde la recreación de hechos históricos y los universos maravillosos hasta las incógnitas presentadas en los últimos textos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Óscar si tienes algún poema por allí, sería un orgullo que lo compartieras conmigo!
ResponderEliminarUn abrazote,
Saulo Batista