30 sept 2010

Lamento de la clase emergente

Y vos quién sos? Pretendés engañarme diciendo que sos el mismo que conocí hace años? Cambiaste la mochila arhuaca por un portafolio labrado. Te quitaste los yines rasgados y te pusiste pantalones de marca. Ya no lees libros de poesía sino libros para dummies. El dinero que antes gastabas en licor ahora lo invertís en medicamentos. Ya no te subís por la puerta de atrás de los buses entre carcajadas y excusas, ahora estás pagando a cuotas un automóvil que esperás vender antes de que se desvalorice demasiado. No olés a yerba sino a palabra francesa. Recordás cuando almorzabas en la cafetería central de la universidad? Ya no, pues comés en insípidos restaurantes elegantes con música de fondo. Qué hiciste los billetes arrugados y húmedos que guardabas en el bolsillo? Perdón, olvidé que todo lo pagas con tarjeta. Ya no enamorás con versos de lapicero barato sino que pedís rosas por Internet que viajan a domicilio. Tu casa, que antes olía a sahumerio y a hippie, ahora se esteriliza con un ambientador eléctrico. Y contrataste un decorador profesional para que arrancara tus afiches de Bob Marley y botara tus cojines manchados. Ya ni siquiera vas al estadio a ver al equipo que dizque amabas; cuando mucho, ves los goles en el noticiero. Dejame adivinar: votaste por el candidato de derecha, el que te prometía esconder a los pobres y subirte el sueldo. Trabajás de sol a sol? Ya no te queda tiempo para leer, claro, ni para ver buen cine o para asistir a museos. Quién necesita conciertos callejeros si puede pagar el cover de la discoteca de moda? Aún tenés los discos de ska? Seguro que te creen muy loco en las fiestas cuando te ponés la corbata en la cabeza como si fuera una balaca mientras movés tu humanidad al ritmo que te pongan, ojalá contra el culo de una chica que te lo dé fácil, que a fin de cuentas podés pagar un buen motel. O acaso ya te casaste? Ya encontraste una mujer calmada y culta para presentar en sociedad? Supongo que ya no te atraen las loquitas que fumaban marihuana y te lo daban en los baños de las fiestas. Imagino que tu mujercita es toda una ama de casa, dama de sociedad. Te cocina con ollas de diseñador o se pasa el domingo desnuda junto a ti raspando una caja de arroz chino? No, claro que no. Para eso tenés la muchacha del servicio; a quien, apuesto, no le pagás lo que dictamina la ley; vos, que solías tirar piedra en la universidad y gritar por los derechos de los trabajadores. Supongo que vos sos de los que ven las protestas de los estudiantes y se quejan por el trancón y porque de pronto te rayan el carro. En cuántas cuotas lo pagás, a propósito? Cuarenta y ocho? Quién sos vos, remedo de hombre? Qué has hecho del joven que pretendía cambiar el mundo? Dejaste que el mundo te cambiara, inútil, infeliz. Pobre pendejo que perdiste tu vida y te dejaste de la sociedad a la que tanto criticaste. Sos peor que los niños ricos a los que insultabas, porque ellos nunca dejaron de ser lo que son; mientras que vos pretendías ser diferente y terminaste envidiando lo que otros tenían y uniéndote al sistema que detestabas. Pobre estúpido, pobre mediocre. Quién sos? Ni siquiera sos un bobo arribista o un pequeñoburgués, ni lacayo, esbirro o gusano. Peor que eso, en tu afán de tener una vida, una buena vida, perdiste la que tenías. No sos nada, me oís? No sos nada. Y es mejor que lo sepás de una buena vez, porque cuando todo este mundo se acabe, de vos no va a quedar sino lo que sos, es decir, nada.

18 sept 2010

Mi primer hobby


Una de mis principales aficiones, probablemente la primera, fue la caricatura. El dibujo fue mi más temprano acercamiento al arte. Como todos los niños, gastaba gran parte de mi tiempo leyendo caricaturas y tratando de hacer las mías. Me basé en los personajes comunes a toda nuestra generación: desde Walt Disney hasta los superhéroes tradicionales. Solía llenar páginas de cuadernos con robots, gatos y sátiras de los profesores de turno. Mis amigos del colegio leían divertidos esas tiras cómicas llenas de lugares comunes y gags inocentes, más cercanos a Condorito que a Mafalda. Incluso publiqué algunas en un periódico universitario que no pertenece ni siquiera a un museo de lo prescindible. Eventualmente, con el correr de los años, llegué a pensar que podría dedicarme al dibujo humorístico, pero la supuesta madurez que debe venir con la adolescencia me hizo olvidarme de la idea. En teoría, debería tener una carrera mejor recompensada económicamente. Cruel ironía! Terminé de literato!
     Sin embargo, durante mucho tiempo seguí dibujando tonterías entre ratos libres y pupitres universitarios. Más por hobby que porque de verdad pensara que valía la pena, mostré algunas de esas caricaturas en Internet y fueron bien recibidas, lo que muestra que no son tan malas como yo pensaba o que el público está menos enterado de lo que debiera. Pesimismo aparte, abrí un blog con las mismas, http://www.caricaturasdevivianyoscar.blogspot.com/, y aprovecho este espacio para darme una descarada publicidad.
     Sobra decir que no soy caricaturista profesional, simplemente se trata de un divertimento que comparto para que algunas sonrisas rueden entre mis lectores, normalmente expuestos a posiciones más necrofílicas. La última recomendación, disfrútenlas. Y si no les gustan, no las lean. Aún me quedan mis libros, que también pueden someterse al mismo juicio.